Daño cerebral adquirido
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¿Qué es DCA? Daño cerebral adquirido
DAÑO CEREBRAL ADQUIRIDO
El daño cerebral adquirido es toda lesión que se produce en las estructuras cerebrales que irrumpen de manera brusca e inesperada en las vidas de las personas, habiendo nacido sin ningún tipo de daño en el cerebro, surgiendo como consecuencia de un accidente o una enfermedad. Las causas más frecuentes son los ICTUS o accidentes cerebrovasculares (ACV) y los traumatismos craneoencefálicos (TCE) producidos por accidentes de tráfico, laborales, deportivos, caídas o agresiones y los aunque existen otras muchas causas, como tumores cerebrales, anoxias cerebrales por infarto de miocardio, enfermedades metabólicas, toxicidad por sustancias como algunas drogas, etc. En la mayoría de casos, afectando profundamente a la autonomía del afectado/a y que pueden durar el resto de su vida.
LA IMPORTANCIA DEL CEREBRO
El cerebro es el órgano responsable de las redes de comunicación del organismo, quien se encarga de recibir y trasmitir la información. En los intercambios del organismo con el medio, es el cerebro el que hace capaz al ser humano de adaptarse, es decir, que le permite incluso en el momento de la acción, modificar los comportamientos, teniendo en cuenta los mensajes internos o las estimulaciones externas. Así pues, es gracias al cerebro, que nosotros reaccionamos como lo hacemos. Es el cerebro el origen de todas nuestras acciones. El vigila día y noche y, sin él, incluso nuestro corazón no podrá funcionar normalmente. Procedentes de los daños de nuestro cerebro, varias de nuestras funciones pueden estar perturbadas.
El DCA se ha convertido actualmente en una de las causas más importantes de discapacidad crónica en las sociedades avanzadas como la nuestra.
Según J. M. Muñoz Céspedes (2002) “nos encontramos ante una discapacidad mixta, poco conocida y emergente responsable de un importante porcentaje de las grandes minusvalías en nuestro tiempo, así como de las personas que precisan ayuda de terceras personas, en especial por la pérdida de funciones organizativas. Esta tendencia resulta convergente entre los países de nuestro entorno, planteando desafíos de atención tanto en el ámbito de la salud como en el del bienestar social”.
- ACV
- TCE
- Epilepsia
- Tumores
Accidente Cerebrovascular, también conocido como Ictus (“Golpe”), Ataque cerebral o apoplejía:
– Isquémico: disminución del flujo sanguíneo que llega al cerebro. Suponen el 85% de los casos. Puede ser trombótico (trombosis cerebral: coágulo de sangre que obstruye una arteria cerebral) o embólico (embolia cerebral: coágulo de sangre que se ha formado lejos del lugar de la obstrucción).
– Hemorrágico: rotura de una arteria o de una malformación arteriovenosa. Son menos frecuentes pero comprometen más la supervivencia debido a que aumentan la presión intracraneal.
– Ataque Isquémico Transitorio (AIT): amago de ictus que no suele dejar secuelas pero que puede repetir. Se considera un signo importante para establecer pautas de prevención en la persona que lo ha sufrido.
El Traumatismo Craneoencefálico (TCE) es una lesión que afecta el cerebro como resultado de un trauma o golpe en la cabeza. Este tipo de lesión puede variar en gravedad desde leve hasta grave, y suele ocurrir de manera repentina e inesperada. Las causas más comunes de TCE incluyen accidentes de tráfico, caídas, accidentes laborales, deportivos, o incluso agresiones.
En un TCE, el impacto o la fuerza sobre la cabeza puede causar daño directo al cerebro al provocar lesiones en el tejido cerebral, hemorragias o inflamación. Dependiendo de la severidad del TCE, los síntomas pueden incluir desde una breve pérdida de conciencia, confusión y dolor de cabeza hasta complicaciones más graves, como problemas cognitivos, dificultades en el habla, alteraciones en la memoria, cambios en la personalidad o incluso estados de coma.
La epilepsia es un trastorno neurológico crónico que se caracteriza por la presencia de convulsiones recurrentes. Estas convulsiones son el resultado de una actividad eléctrica anormal en el cerebro, que puede desencadenar síntomas que van desde movimientos involuntarios y alteraciones en la conciencia hasta sensaciones extrañas o emociones intensas. Las causas de la epilepsia pueden variar, incluyendo factores genéticos, lesiones cerebrales, trastornos del desarrollo cerebral o causas desconocidas en algunos casos. El tratamiento generalmente implica medicamentos antiepilépticos y, en algunos casos, cirugía o dispositivos implantables para controlar las convulsiones y mejorar la calidad de vida de quienes viven con esta condición.
Los tumores cerebrales representan una de las posibles causas de estas lesiones. Un tumor cerebral es una masa o crecimiento anormal de células en el cerebro que puede ser benigno o maligno. Este tipo de lesiones pueden surgir de manera espontánea o como resultado de factores genéticos, y su impacto en el DCA puede variar según su ubicación, tamaño y naturaleza.
Los tumores cerebrales pueden ejercer presión sobre las áreas circundantes del cerebro, lo que puede dar lugar a diversos síntomas. Estos síntomas pueden incluir dolores de cabeza persistentes, cambios en la visión, problemas de equilibrio, convulsiones, alteraciones en la función cognitiva y afectación en el comportamiento. La detección temprana y el tratamiento son fundamentales para abordar los tumores cerebrales y minimizar su impacto en el funcionamiento cerebral.
La atención integral, que abarca aspectos médicos, emocionales y de rehabilitación, es esencial para brindar el mejor apoyo posible a aquellos afectados por tumores cerebrales en el contexto del Daño Cerebral Adquirido
- SECUELAS
– Trastornos motores: inmovilidad de diferentes partes del cuerpo, hemiplejia, trastornos de la marcha, trastornos del tono postural (hipotonía, espasticidad), temblores.
– Trastornos sensoriales: afectación de la visión, audición u olfato, alteraciones de la propiocepción, hemiparesia.
– Trastornos orgánicos: traqueotomía y alteraciones respiratorias, disfagia, problemas de control de esfínteres.
– Trastornos cognitivos: desorientación, problemas de la atención, alteraciones en el nivel de alerta, trastornos de la percepción, alteraciones del lenguaje y la comunicación, de la memoria, trastornos del cálculo y el razonamiento numérico y disfunciones ejecutivas.
– Trastornos emocionales: ansiedad, depresión, apatía.
– Trastornos conductuales graves: infantilismo, inadecuación a las situaciones sociales, impulsividad, hiperactividad, agresividad…
Para 2024, las estadísticas disponibles sobre el Daño Cerebral Adquirido (DCA) en España provienen principalmente de la Encuesta de Morbilidad Hospitalaria y la Encuesta de Discapacidad, Autonomía Personal y Situaciones de Dependencia (EDAD). El DCA afecta a más de 435,000 personas en el país, siendo la principal causa los ictus (más del 80% de los casos), seguido de traumatismos craneoencefálicos, anoxias y tumores cerebrales.
La distribución por género muestra una incidencia ligeramente mayor en mujeres. Por ejemplo, el 52% de los casos de DCA por ictus corresponde a mujeres, aunque el porcentaje total de mujeres afectadas es menor debido a que solicitan menos valoraciones de dependencia que los hombres. En cuanto a los traumatismos craneoencefálicos, los hombres están más afectados, con un 75% de los casos frente a las mujeres(FEDACE)(Irenea).
En resumen, aunque el DCA afecta a ambos sexos, los hombres son más propensos a sufrirlo por traumatismos, mientras que las mujeres se ven más afectadas por ictus en la tercera edad.
Esta gráfica muestra la distribución de hombres y mujeres afectados por Daño Cerebral Adquirido (DCA) en España, diferenciando entre ictus, traumatismos craneoencefálicos y otras causas en 2024. La gráfica destaca que los hombres son más propensos a sufrir traumatismos, mientras que las mujeres tienen una incidencia ligeramente mayor en casos de ictus.